El potasio es un metal alcalino, el más ligero de la tabla después del litio. Es tan suave que puede cortarse fácilmente, incluso con un cuchillo de cocina. Se trata de uno de los metales más reactivos que hay y se oxida casi inmediatamente al ser expuesto al aire, razón por la cual se suele colocar en aceites minerales como por ejemplo queroseno para así poder conservarlo. Tal como ocurre con tantos otros metales alcalinos, el potasio se descompone en el agua con el desprendimiento de hidrógeno. Además, al reaccionar con el agua, se incendia de inmediato.
El potasio es un mineral esencial para la vida, especialmente la vegetal, encontrándose en el suelo y siendo primordial para el crecimiento de las plantas. Por ello, el mayor uso humano del potasio refiere al sector agrícola y la mayor demanda de potasio existente es para la elaboración de fertilizantes.
También es muy importante para el cuerpo humano y su nutrición. Varias sales diferentes de potasio son esenciales y se utilizan todos los días en diversos ámbitos. Algunas de las más comunes son el hidróxido, nitrato, carbonato, clorato, bromuro, yoduro, cianuro, sulfato, cromato y dicromato de potasio.