Entre las verdes montañas antioqueñas se pueden escuchar por las noches los alaridos de una mujer que busca a sus hijos ahogados en el río; el chillido de la Madremonte desorbitando a los malos hombres entre caminos, caudales y árboles inexistentes; los brincos imparables de la Patasola persiguiendo a sus presas y los pasos lúgubres de un cura que deambula por los pueblos sin su cabeza.
Suramérica es un continente rico en recursos, relieves e historias. Las misteriosas selvas, las elevadas montañas y las tranquilas praderas han servido de inspiración para los múltiples escritores que a través de las letras le dan vida al pasado, a la imaginación, al amor, la denuncia, las guerras, la alegría, los dramas y todo lo que contiene la cultura carnavalesca que caracteriza a sus habitantes.
Este libro de la escritora estadounidense Ann Cameron cuenta la historia de Juan, un niño guatemalteco quien vive con su abuela y aprende el oficio de lustrabotas para trabajar y ayudar con los gastos en su hogar. El amor de su abuela es el protagonista de la historia; Juan logra ingresar a la escuela luego de aprender a leer y a escribir solo, allí lo aceptan y comienza su vida de estudiante.
"...allí donde hay alguien a quien se quiere muchísimo y donde hay alguien que nos quiere de veras, ese sí que es el lugar más bonito del mundo."
El libro recomendado por la docente de la Red de Lenguaje Érica Flórez es "Malditas matemáticas, Alicia en el país de los números" del escritor italiano Carlo Frabetti. Este libro es ideal para trabajar no sólo en la clase de lenguaje sino también en la de matemáticas. Alicia su protagonista detesta los números y afirma que no sirven para nada, hasta que el personaje quien resulta ser Lewis Carrol, autor de "Alicia en el país de las maravillas", la conduce hasta el país de los números.
Personajes divertidos, trucos matemáticos y curiosas situaciones vive Alicia durante su viaje por el país de los números, allí finalmente cambia su percepción sobre las matemáticas y despierta con la idea de que las matemáticas son muy divertidas, lo importante es quitarles el miedo.