Una pequeña planicie verde de suaves pastos que ondulan al viento, surcada por senderos de piedra blanca muy bien delineados, es la antesala a uno de los espectáculos más sorprendentes de la naturaleza: formaciones esculpidas por una erosión severa que ha originado una serie de columnas o pedestales de variadas formas y figuras, así como grandes cárcavas que se complementan con colinas, crestas de montañas y valles de quebradas con pozos ideales para disfrutar de un refrescante baño.. El desarrollo de las diversas formas y relieves de la zona se debe a la fácil meteorización de las rocas y al concurso de la lluvia y el viento que producen una erosión acelerada.